lunes, 3 de febrero de 2014

Tácticas de Infantería nº5

RECONOCIMIENTO


Un reflejo producido por un fusil mal camuflado, el crujido de una ramita al romperse, el ruido metálico de unos cartuchos mal empaquetados, tu silueta recortada contra el horizonte, cualquiera de estas cosas puede delatarte cuando estás de patrulla. Incluso la misión de reconocimiento en apariencia más sencilla precisará de toda tu profesionalidad y puede poner a prueba todos tus recursos... 
 Esta sección del curso de técnicas de combate se ocupa de cómo debes prepararte para una patrulla, cómo alcanzar el objetivo y cómo regresar sano y salvo a tus propias líneas.

Antes de abandonar la seguridad de tus posiciones debes asegurarte de que cada uno de los miembros de tu patrulla esté preparado, uniformado, armado y equipado correctamente. Esto significa que debes efectuar una inspección detallada de cada hombre. Asegúrate de que su ropa o equipo no destacan ni hacen ruido, de que está camuflado y de que no lleva nada que, en caso de que sea capturado, pueda proporcionar información al enemigo.

Sé paciente

Una vez consideres que tu patrulla está correctamente preparada e instruida, puedes salir con ella a reconocer la tierra de nadie. A partir de ahora debes valerte de tu propio talento e instinto. Debes ver al enemigo antes de que él te descubra. Debes oírle primero. También deberías intuir cómo puede reaccionar el contrario y llevarle siempre la delantera. Por todo ello, es vital que te muevas con cuidado, en silencio y despacio.

Cada vez que te detengas, tus hombres se echarán cuerpo a tierra para no destacarse sobre el horizonte y vera! enemigo antes de que éste pueda veros a vosotros. Cuando te halles cuerpo a tierra, examina el terreno que te rodea con el visor de un fusil o con unos prismáticos. También deberías prestar atención a cualquier ruido que pueda ser indicio de movimiento. No te muevas de nuevo hasta que estés seguro de que no hay nadie cerca.

Cuando te desplaces, debes actuar de un modo muy seguro y lo más rápido posible, aunque procurando no hacer ruidos Innecesarios. La formación que adoptes dependerá del tamaño de la patrulla y de la clase de terreno que atravieses. Las formaciones que emplearás más a menudo serán la línea, la columna y el diamante. Los hombres deben mantener una separación entre sí de unos cinco metros, aunque en una noche cerrada puedes verte obligado a reducir la distancia incluso a un metro.

Ida y Vuelta


Debes trazar cuidadosamente una ruta hacia el objetivo, así como asegurarte de que eliges un dirección diferente para el regreso a las líneas. Divide la ruta en dos sectores, cada uno con un rumbo magnético y una distancia determinada. Lo ideal sería que cada de la marcha no midiera más de 1 000 metros. Cuando sigas con la brújula la dirección de un sector en concreto, debes llevar un hombre detrás tuyo para que cuente los pasos y al menos otro hombre para que compruebe la precisión del primero.

Cada sector debería terminar en un punto de referencia que puedas reconocer con facilidad por la noche, aunque no debería ser tan evidente que el enemigo pudiera elegirlo para una emboscada. Al final de cada sector, señala un punto de reunión (PR) por si la patrulla se dispersa o un soldado se.extravía En el trayecto de ida hacia.el objetivo la patrulla se reorganiza en el último PR, mientras que en el de regreso lo hará en el siguiente PR: en otras palabras, en el PR más cercano a sus propias líneas.

Qué debes evitar

Evita los accesos directos a la posición del enemigo, como son los senderos destacados o profundos desfiladeros: con frecuencia estarán vigilados por patrullas enemigas permanentes. Mejor que caminar a lo largo del linde del bosque es hacerlo paralelamente al mismo, tal vez unos cinco metros en el interior del bosque. Evita las líneas del horizonte, pero en el caso de que tengas que cruzar una, la patrulla debe hacerlo reptando y aprovechando cualquier cobertura.

Ir de patrulla durante el día es más difícil que de noche, y es incluso más importante que sepas sacar provecho de cualquier cobertura a tu alcance. En la selva hay tanta oscuridad que te resultará prácticamente imposible patrullar de noche sin usar luz artificial. Esto podría delatar tu presencia al momento, por lo que las patrullas en la selva suelen hacerse de día, cuando la visibilidad es, en cualquier caso, probablemente de 20 a 30 metros.

Atajar los obstáculos


Las patrullas son especialmente vulnerables cuando están cruzando obstáculos La clase de obstáculo que puedes encontrar varía desde un arroyo o una cerca hasta un tendido de alambradas enemigas. Incluso una carretera o un sendero que debas cruzar y que el enemigo probablemente utilice, debe considerarse un obstáculo. Planea la forma en que tu patrulla debe superar o rodear un obstáculo, y ensaya el plan. Lo principal es que cuando encuentres un obstáculo te detengas y dispongas la patrulla en una posición defensiva circular. A continuación, escucha y busca cualquier señal del enemigo. A continuación inspecciona el obstáculo si puedes, con el fin de comprobar que no pueda haber complicaciones imprevistas: por ejemplo, un arroyo puede haber crecido por encima del nivel vadeable.

Alcanzar el otro lado

Tu siguiente paso es alcanzar el otro lado del obstáculo. Para ello debes emplear la regla del tiro y el movimiento: ningún miembro de tu patrulla debe moverse a menos que esté cubierto por el fuego del resto de la unidad. Mientras los demás están preparados para proporcionar fuego de cobertura, dos miembros de a patrulla deben salvar el obstáculo y parapetarse al otro lado. Entonces estos los hombres cubren a los dos siguientes, y así sucesivamente hasta que al fin todo el grupo ha establecido una posición de defensa circular al otro lado del obstáculo. A continuación debería hacerse una pequeña pausa complementaria para comprobar que todo el mundo ha cruzado, escuchar y buscar de nuevo señales del enemigo antes de reemprender la marcha.

Signos y señales

Por supuesto, mientras se está de patrulla es muy importante guardar silencio. Todos los ejércitos poseen (o deberían poseer) un código de señales manuales mediante las que puedan comunicarse los miembros de una patrulla Es vital que cada hombre esté informado en todo momento de lo que sucede y de lo que va a suceder a continuación. De ser así, cada uno sabrá cuando se ha encontrado un obstáculo (por ejemplo, formando una cruz . con ambos brazos o con un brazo y el fusil) o si es necesario cambiar de formación (un brazo en alto para la columna, los dos para la doble columna, etcétera).

Este lenguaje de signos evoluciona y se adapta a los distintos teatros de operaciones. En las pasadas campañas en la selva se hizo progresivamente sofisticado. La orden para que la patrulla tomase un descanso de cinco minutos para fumar, mientras el comandante de la sección interrogaba a una nativa llegó a ser ésta: cinco dedos mantenidos en alto, dos dedos puestos en la boca como si estuviera fumando, dos dedos en el hombro (para indicar las dos estrellas en la hombrera del jefe de la sección), seguido de un movimiento con ambas manos como si abarcaran los dos pechos de una mujer.

Ensayos


La parte más importante de cualquier patrulla es, evidentemente, la acción contra el objetivo. En la medida de lo posible, debe ensayarse cada parte de la operación final para que todos los soldados sepan qué deben hacer. En el caso de una patrulla de reconocimiento, esto puede consistir simplemente en que cada hombre observe y escuche con el fin de traer cualquier pizca posible de información; en cambio, si se trata de una patrulla de combate la tarea puede ser más compleja y peligrosa, y podría implicar la captura de un prisionero o la destrucción de un puesto exterior.

La otra acción que se debe ensayar es la que se pondrá en práctica en caso de contacto con el enemigo. Normalmente habrán varias alternativas; la que se elija dependerá de las circunstancias precisas. pero debe preverse: un asalto inmediato si el enemigo está muy cerca; hacer cuerpo a tierra y fuego de réplica para que el jefe de la sección tenga el tiempo necesario para decidir el curso próximo de la acción; o lanzar granadas en dirección al enemigo (incluidas las de humo, para cubrir su retirada) y entonces correr en una dirección previamente determinada o en la que el jefe indique en ese momento.

Si tu patrulla tiene la desgracia de sufrir bajas, debes por todos los medios traerlos de vuelta, no sólo por razones morales sino también para evitar propocionar información al enemigo. A lo mejor te ves forzado a dejar al herido en un PR del trayecto, probablemente con otro hombre que cuide de él, para recogerlo en el camino de vuelta. Se puede transportar al herido entre dos hombres, sentado sobre un fusil; si las heridas son graves, se puede improvisar una camilla con las correas portafusil, trozos de madera o cualquier otro material.

Regreso a las líneas

El trayecto de regreso puede ser más peligroso que el de ida, pues el enemigo puede haber sido alertado de vuestra presencia y avisado a sus propias patrullas para que estén pendientes de vuestro regreso.

Puede que el enemigo lance bengalas. Cuando se dispara una bengala normalmente hay tiempo suficiente para echarse cuerpo a tierra antes de que ésta sea totalmente eficaz. Si sois sorprendidos en campo abierto, lo mejor que podéis hacer es permanecer inmóviles. De noche, lo que delatará vuestra presencia es el movimiento. Otra medida aconsejable es cerrar un ojo para que el resplandor de la bengala no provoque ceguera nocturna.

Trampas con bengalas

Mucho más peligrosas son trampas hechas con bengalas que se disparan al tirar inadvertidamente de un alambre, pues son virtualmente imposibles de detectar a no ser que te muevas muy despacio, tanteando con un palo a la altura de la rodilla en un intento de detectar el alambre detonador. Las bengalas disparadas por alambre consisten en una lata que contiene bengala de magnesio y que es detonada por un largo alambre, que puede extenderse unos 10 o 15 metros a lo largo de posibles accesos o senderos. Son muy sensibles y se disparan con facilidad. Normalmente se colocan en torno a posiciones defensivas con el fin de dar preaviso de la aproximación del enemigo; generalmente se hallan en zonas cubiertas por el fuego de los defensores.

La Patrulla de Reconocimiento


1- El jefe del equipo de combate instruye al jefe de la patrulla por la tarde, antes de la salida nocturna. La patrulla de reconocimiento debe saber:

a) Toda la información sobre las posiciones de las fuerzas enemigas y amigas

b) Cualquier cosa que afecte a la ruta, como alambradas, campos de minas y zonas que estén bajo observación enemiga.

c) Horas de salida y regreso.

d) Qué hacer si tropieza con el enemigo. e) Santo y seña y códigos de señales a emplear durante la misión.

2- El jefe de la patrulla estudia el terreno desde una trinchera de primera linea, planeando la ruta que tomará y definiendo un plan para la operación.


3- Lo siguiente es preparar las órdenes. Si estás al frente de una patrulla debes estudiar mapas de la zona, fotografías aéreas e informes de reconocimientos anteriores.

4- El jefe se reúne con los soldados que dirigirá en la patrulla y les explica la naturaleza de su misión y su plan.

5- Lo ideal es que la patrulla tenga tiempo para ensayar la misión durante el día. Aquí, el jefe de la patrulla informa a los soldados de las trincheras de primera linea sobre cuándo y dónde deben esperar a la unidad durante la noche.


6- Una vez superada la primera linea, la patrulla se moverá con lentitud y en silencio, en columna. La distancia entre los hombres dependerá del terreno y de la visibilidad.

7- La ruta se divide en sectores, cada uno con su rumbo magnético y unos puntos de referencia identificables de noche. En cada alto, la patrulla se forma en posición de defensa circular.


8- El jefe de la patrulla ordena un ensayo completo a la luz del día y se asegura de que cada uno sepa qué se espera de él y cuál es su función.


9- Un riachuelo como éste ofrece ocultación y abrigo, pero la patrulla debería evitar accesos obvios como los senderos y los lindes de los bosques, donde el enemigo puede estar esperando.


10- Cerca de las posiciones enemigas, dos hombres se arrastrarán hasta ellas mientras otros dos los esperan a unos 50 metros, listos para cubrir su retirada.


11- La última tase de la aproximación debe realizarse con gran precaución; el más mínimo ruido podría delatarte al enemigo.


12- Después de haber reptado tanto como puedas, observa la posición del enemigo con cuidado y anota mentalmente todo lo que pueda tener valor militar.


13- Una vez de vuelta a tus líneas, debes hacer un resumen de la misión. Puede que el comandante de tu unidad te llame ante si para que le expliques lo que has visto.


Patrulla de Reconocimiento del Cuerpo de Marines de los EEUU en Aghanistán 

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